Siempre es interesante echarle un vistazo a las novedades que cada año nos trae el Mobile World Congress de Barcelona. No tanto desde un punto de vista técnico, que puede llegar a sobrepasarnos, sino más desde el cómo todo lo que se exhibe estos días va a marcar el corto plazo de lo que está por llegar en el mundo de la comunicación entre personas, marcas y máquinas.
Lo primero es repasar los grandes titulares: la llegada de la tecnología 5G será una realidad este año, la inteligencia artificial ya lo invade todo, la robótica se empieza a entender desde un sentido mucho más amplio, el IoT totalmente desbordado y esperando a nutrirse de la velocidad del 5G para despegar… ah, y los últimos modelos de smartphones, que de eso va en teoría el MWC…
El mundo de la tecnología no sólo tiene una capacidad abrumadora de renovarse en cada edición, sino también de proponer nuevos formatos, nuevas plataformas y nuevas prestaciones que nos hacen imaginar un futuro inmediato veloz en el que compartiremos de muy distintas formas ingentes cantidades de información.
De alguna manera, la tecnología nos está diciendo desde hace años que ya ha cumplido con su parte, que todo aquello con lo que soñábamos ya está a nuestro alcance. La tecnología nos dice que ahora lo que toca es que como sociedad le saquemos partido a todo lo que nos aporta. Y ahí las marcas y las empresas tienen un papel fundamental.
Porque si algo queda claro después del MWC es que nunca ha habido tantas oportunidades de dar rienda suelta a nuestras ideas. Al final es de lo que se trata. Seguir teniendo ideas que conecten las marcas con sus consumidores, y eso sí, aprovechando todo lo que la tecnología pone a nuestro alcance.
La tecnología nos marca el camino. La inteligencia artificial aprenderá este año a caminar. Los dispositivos móviles llegan al límite de lo que pueden ofrecer antes de sufrir una importante mutación y convertirse en otras cosas. Pero somos nosotros los que tenemos que ser capaces de conseguir encontrar los caminos que conecten marcas con consumidores. Como siempre.