Una de las máximas cuando se trata de encontrar soluciones creativas, sea en el ámbito que sea, es cuestionárselo todo. Es la mejor forma de aproximarse a un problema de un modo diferente, y en consecuencia, encontrar vías alternativas para solucionarlo.
Las personas de perfil creativo, las curiosas, las que no paran de preguntar por qué esto o aquello, son las que consiguen que los otros, los que han decidido ir en rebaño por la vida, a veces se paren y se permitan ver las cosas de otra manera.
Hay un grupo cada vez más numeroso de personas que, cuestionándoselo todo, se han unido y empiezan a difundir, ya de forma seria y estructurada, la idea de que la Tierra es plana. Y aunque parezca increíble, cada vez son más los que han aceptado el planteamiento. Incluso algunas personas famosas se han lanzado a defender públicamente esta nueva forma de ver nuestro planeta.
El vídeo que veréis en el artículo nos habla de este tema, con una seriedad y un rigor en sus planteamientos que a más de uno le hará mover las orejas. Pero también nos habla, en el fondo, de cómo se puede utilizar de forma incorrecta esta obsesión por cuestionárselo todo.
La creatividad publicitaria debe jugar constantemente en diferentes planos de la realidad. La que el consumidor percibe, la que desea y no existe, la que una marca propone… por eso es muy importante cuando hablamos de creatividad no perder nunca de vista a quién nos dirigimos, y qué está dispuesto a aceptar, a cuestionarse. Por eso, las campañas que consiguen cambiar un hábito de consumo o una percepción en el consumidor son las que siempre mantienen los pies en la Tierra. Aunque ésta, a veces, nos parezca totalmente plana.